Cloroquina
¿Para qué se usa la Cloroquina?
La cloroquina se utiliza principalmente en la profilaxis y tratamiento del paludismo (malaria). Adicionalmente puede usarse para artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, sarcoidosis, actinodermatosis, rosácea, entre otras condiciones.
¿Cómo funciona la Cloroquina?
La cloroquina inhibe a las ADN y ARN polimerasas y la polimerización de los grupos hem, lo que destruye, inhibe o interfiere en el desarrollo de formas parasitarias.
Vía de administración de Cloroquina
Oral. Debe ingerirse el comprimido entero o en trozos, con un poco de agua, después de la comida principal.
Dosis de Cloroquina
La que el médico señale.
Principales efectos adversos
- Desórdenes oculares como maculopatía, degeneración macular, alteraciones de la visión, nictalopía, entre otros
- Desórdenes auditivos como: tinnitus, disminución de la escucha
- Desórdenes musculoesqueléticos y de tejido conectivo como miopatía o neuromiopatía, depresión de reflejos tendinosos
- Desórdenes gastrointestinales como hepatitis, enzimas hepáticas elevadas, anorexia, náusea, vómitos
- Desórdenes de la piel y el tejido subcutáneo como eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, entre otros
Advertencias y contraindicaciones
Hipersensibilidad a los componentes.
Contraindicado en psoriasis, porfiria o cambios retinianos o del campo visual.
Pueden ocurrir desórdenes extrapiramidales agudos. Puede provocar hemólisis ante la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa. Se ha encontrado riesgo potencial de inducir mutaciones genéticas en estudios experimentales.
